La obra de la Plaza Grande de Mérida, “chocante, dictatorial, una trompada a la gente”
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MÉRIDA.-Septiembre 6 del 2024-(por Flor Estrella Santana / Diario Yucatán).-Como chocante, dictatorial y una trompada a la gente califica el único cronista de la ciudad Gonzalo Navarrete Muñoz la obra de remozamiento de la Plaza Grande de Mérida que la administración del hoy exgobernador y senador Mauricio Vila Dosal realiza desde el 16 de abril de 2024 y debe entregar en este septiembre.
La obra en la Plaza Grande de Mérida en 2024
En entrevista con Diario de Yucatán, el cronista, escritor e historiador narra que “en 1940 y tantos, la Liga de Acción Social de don Gonzalo Cámara Zavala (abogado, escritor y fundador de esta liga y de la Escuela Modelo) dijo ‘Señores, en la plaza principal hace falta un signo de cultura maya que hable de ese origen nuestro y del origen de la ciudad’.
“Ya van a ser 100 años y no se ha puesto nada”, destaca don Gonzalo Navarrete.
“A este hombre, el gobernador (Vila Dosal), se le antojó hacer todo eso (el remozamiento de la Plaza Grande), dice que están enfermos los árboles y, en lugar de curarlos, los mató.
“Qué bueno que no hacen eso en los hospitales públicos porque, ¡Dios mío!, no sé en qué pararíamos.
“Puso bancas, puso esto, puso lo otro ¿y dónde está ese signo de la cultura, maya?”, cuestiona.
La Plaza Grande de Mérida, memoria y emblema
¿Cómo definiría hoy a la Plaza Grande de Mérida?, le preguntamos.
“Es historia, es memoria, es el emblema de todo el estado de Yucatán”, responde.
“Es el centro neurálgico de Yucatán, ya no es tanto, pero es emblemático”, subraya.
La obra de la Plaza Grande, chocante
“Por eso resulta un poco chocante que la autoridad se arrogue un derecho de pernada para hacer lo que le dé la gana, sin consultarlo al menos a los organismos intermedios; sin buscar un consenso y encontrar una manera de legitimarlo, como si (la Plaza Grande) fuera su propiedad”, expresa el cronista con esa potente voz que le caracteriza.
“Pongo las bancas que me da la gana. ¿Por qué? Porque me da la gana. Y cierro determinado tiempo. ¿Por qué? Porque me da la gana. Pero ¡si no es tu propiedad! ¡No te confundas!
“Algunos gobiernos con más espíritu de gobernanza, de democracia, publican lo que se va a hacer, buscan la opinión de los arquitectos.
La obra de la Plaza Grande, “a trompadas”
“Los gobiernos dictatoriales, como se hizo ‘el paso deprimido’, (actúan) a trompadas, le caen a trompadas a la gente, etcétera, etcétera”, contrasta el cronista, al recordar que “porros” desalojaron brutalmente a los meridanos que protestaban en la glorieta de la colonia México de Merida el 4 de julio de 2011, en la alcaldía de Angélica Araujo Lara, para impedir el inicio de la construcción de ese puente subterráneo.
“Nada es para el pueblo si no es por el pueblo mismo. En otras palabras: nada es para la ciudadanía, si no es por la ciudadanía misma, si ella no participa.
“Resultar sumamente chocante, sumamente amargo, desagradable, ver que hagan esos cambios sin tomarnos en cuenta”, enfatiza.
Vestigios mayas dinamitados en el siglo XIX
En este contexto, el cronista recuerda que a principios del siglo XIX, antes de la Independencia de México, don Benito Aznar Pérez de Valdelomar, gobernador y capitán general de Yucatán de 1800 a 1811, dinamitó y eliminó el cerro de San Antón, donde había restos de edificios mayas a la llegada de los españoles conquistadores.
Placa de la calle del imposible
Ese cerro, relata, hacía imposible pasar por ahí y por eso se le llamó el cerro “El imposible”. Hoy es la calle 50 entre (los hoy barrios de) Mejorada y San Cristóbal.
“Ahí hay una placa preciosa que dice: ‘Su fama iba por todas las provincias, la piedra clamará desde el muro… para perpetua memora de Pérez Valedomar que la vida es trancitoria (por transitoria) aun las piedras han de hablar de su nombre, fama y gloria. Calle del Impocible (por imposible) y ce (se) Benció (venció)”.
“Imagínate, por haber volado el cerro prehispánico. Lo tomaron como un logro.
Otros vestigios mayas arrasados en Mérida
“También hubo una compañía quebradora de piedras en el cerro de San Benito destruyendo ese lugar: una ruina maya que, al mismo tiempo, fue convento, en esos cuartitos de las ruinas mayas estaban las celdas de los franciscanos. Es dramático”, rememora sobre ese cerro maya que había donde hoy está el Mercado Grande Lucas de Gálvez.
“Fíjate en la placa de esa ‘esquina del imposible’ y ahora, en 2024, se hacen reformas a la plaza principal, pero no se pone ningún elemento maya que reconozca: ‘La Liga de Acción Social lo pidió’.
“Otra vez hacen arreglos en la Plaza Grande, no solo este gobierno (2018-2024) tiene esta patente, y una vez más no toman en cuenta la petición de la Liga de Acción Social, una petición muy legítima: pongamos algo que hable de la ciudad maya que hubo aquí”, enfatiza el cronista de Mérida, construida sobre la urbe prehispánica de T’hó.