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Categoría: San Andres

Enero 20 del 2024.-Un reciente estudio genético basado en el ADN contenido en chicles de hace 10 mil años, hallados en la costa de Escandinavia, revela detalles fascinantes sobre la alimentación y la salud bucal de un grupo de cazadores-recolectores.

Los chicles, provenientes del yacimiento Huseby Klev en la isla de Orust, ofrecen una ventana única hacia la vida de un grupo de personas que acampaban en la costa occidental de Escandinavia hace aproximadamente 9 mil 700 años.

Según las investigaciones, la dieta de estos individuos incluía ciervos, truchas y avellanas, como lo demuestran los rastros de ADN encontrados en la resina masticada.

Uno de los datos más impactantes revelados por el estudio es que uno de los adolescentes del grupo presentaba graves problemas dentales, específicamente periodontitis, una infección de las encías que puede resultar en la pérdida de dientes y huesos.

Este hallazgo arroja información sobre las dificultades que enfrentaba este individuo para consumir alimentos masticables como la carne de venado y para preparar la resina que también masticaban.

El doctor Emrah Kirdök, del Departamento de Biotecnología de la Universidad de Mersin, quien lideró el trabajo metagenómico sobre el chicle del Mesolítico, destaca la riqueza de secuencias de ADN encontradas en la resina masticada.

El análisis reveló no solo el ADN de las plantas y animales consumidos, sino también bacterias asociadas con la periodontitis.

Goma de mascar de hace más de 10.000 años. / University of Stockholm

El proyecto de investigación, dirigido por el profesor Anders Götherström del Centro de Paleogenética, ha permitido no solo descubrir la dieta de este grupo ancestral, sino también analizar datos genéticos humanos de tres individuos a partir de la resina masticada.

Este enfoque multidisciplinario proporciona una visión detallada de la vida cotidiana y las condiciones de salud de estos cazadores-recolectores.

El análisis del ADN antiguo representó un desafío, según el doctor Andrés Aravena del Departamento de Biología Molecular y Genética de la Universidad de Estambul, quien colaboró en el estudio.

Se utilizaron herramientas analíticas computacionales avanzadas para identificar las diferentes especies y organismos presentes en la mezcla de ADN del chicle mesolítico.

Este estudio ofrece una instantánea única de la vida de este pequeño grupo de cazadores-recolectores en la costa oeste escandinava, destacando la sorprendente combinación de ciervos, truchas y avellanas en su dieta, así como los desafíos dentales que enfrentaba al menos uno de sus miembros.